miércoles, 29 de julio de 2009

la diferencia de las toallas

A N. no le gustaba en verano, no le gustaba el sol, el calor, las aglomeraciones, los pantalones cortos, los helados que eran un instrumento de tortura para sus roídos dientes. A veces se veía obligado a ir a la playa, se sentía como un esclavo, de aquellos que construyeron las pirámides en Egipto, sentía el calor hundiéndole el cráneo y los latigazos en forma de granos de arena en su cuerpo.
Llegaba la hora de extender las toallas, como se extiende mermelada sobre una tostada, había de todos los colores, rojo fresa, amarillo melocotón, verde manzana....... también las había con horribles estampados de flores, pero en este momento era cuando N. mas vergüenza pasaba, mientras todos sus amigos tenían preciosas toallas de mercadillo( menos las de flores que eran horrible) el extendía una de las asperas e incoloras toallas que le daban a su padre en el trabajo cada 6 meses, la de este día debía de ser ce cuando entro a trabajar en la empresa en el 79.
"Esa toalla es mas vieja que tu eh"
"lo se"
Existían tres razones basicas y logicas por las que no quería pisar la playa:
*La hora del sandwich no era mucho mejor, aquí N. si estaba a la altura de sus compañeros, y también a la altura de la arena que daba una arenosa textura al pan,.
*La hora de la partida de cartas, N. solo sabia jugar al siete y medio y la carta mayor, por lo cual siempre se quedaba fuera.
*La hora del baño N. odiaba el agua fría y salada, odiaba salir oliendo a mar y con el cuerpo lleno de pegajosa salitre, así que se quedaba solo en su pequeña toalla, mirando a las chicas pasar.

De vez en cuando alguna pelota le golpeaba y oía un "perdona" o también sentía como alguien le perturbaba sacudiendo tu toalla, el viento siempre estaba de su contra.


(cuatro estaciones para odiar)

No hay comentarios:

Publicar un comentario