lunes, 3 de agosto de 2009

Un rey sonámbulo ante un reino dormido

Aquella noche fue elegido rey, no podía dormir, encendió la lampara de su mesita y fue coronado, su reino dormía, un rey sonámbulo ante un mundo dormido profundamente, abrió la puerta y se encontró el oscuro pasillo de frías baldosas, estaba descalzo, siguió avanzando ante la oscuridad, al fondo se veía un poco de luz, la que entraba por la ventana de la cocina, era de las farolas de luz anaranjada de la calle, se asomo, sintió el frió, sintió el poder, nadie se revelaría, todos dormían, se dirigió al baño, encendió la luz, que le cegó durante unos segundos, orino en el trono real, y se miro frente al espejo, pálido, insomne, desganado y con una corona de espino en su cabeza.

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